Uso: Rehabilitación
Arquitecto técnico: Isidro León Muñoz
Ubicación: Valencia
Año: 2009
Tras la realización de una intervención arqueológica, antes de la ejecución de los trabajos, se desprendió, que la alquería de Albors, tenía un uso de molino y pequeña vivienda, que posteriormente se fue ampliando y creciendo, hasta desaparecer el uso de molino y ser utilizado simplemente como alquería en torno al final del siglo XIX.
La investigación arqueológica ha puesto de manifiesto la configuración del primer molino medieval existente en la zona, al que se accedía por la parte posterior, desde el recinto de acceso se accedía a las instalaciones del molino a la izquierda y a una pequeña vivienda a la derecha.
La intervención propuesta se basa en el máximo respeto y restauración de todo elemento original tanto de la alquería tal como ahora se encuentra, como de los restos arqueológicos aparecidos que nos muestran la evolución de la edificación a lo largo de la historia, potenciando la idea de vivienda con entrada principal con acceso de carros, con todas las dependencias recayentes a un patio posterior.
Uno de los aspectos fundamentales de este proyecto es poner en valor y hacer visibles las interesantes instalaciones hidráulicas del molino, propiciando su accesibilidad y puesta en valor.
La alquería de Albors tiene dos plantas, planta baja y una cambra con un cubierta inclinada de teja a dos aguas. Una cuadra anexa en su parte trasera y un patio posterior definido entre la cuadra la alquería medianera y el muro perimetral que lo delimita.
Se utiliza como hall de entrada, la amplia entrada de carros ya existentes, del que se restaura su pavimento original. A la parte izquierda se dispone el aula de idiomas y alfabetización y en la derecha la zona administrativa, aseos y los vestuarios de monitores.
La rehabilitación de forjados de madera se hará por la parte superior mediante losa de hormigón aligerado con “poliespan” y unida a muros de mampostería existente, al objeto de dotarlo de mayor inercia y resistencia.
Se opta por situar la escalera al final de la edificación, de zanca volada de estructura metálica forrada de madera, haciendo que se distinga de la estructura inicial de la alquería pero ejecutada con materiales nobles. En el patio posterior se ubica un ascensor panorámico para acceder a la amplia cambra de planta primera destinada a distintos usos, cómo pueden ser gimnasio ó sala de baile. Con el ascensor y una plataforma hidráulica se resuelven los problemas de accesibilidad existentes en el edificio, comunicando las distintas dependencias.
La edificación anexa, la cuál dispone también de dos plantas se sitúan los distintos talleres (corte y confección, plástica y artesanía). Al ser una edificación protegida se han mantenido todos los huecos existentes