Cuando sale a licitación pública un concurso de redacción de proyecto o dirección de obra, el pliego administrativo establece distintos criterios puntuables para la adjudicación del mismo.
Se suele dividir en criterios cuantificables de forma automática, mediante fórmulas que sacarán de forma aritmética una puntuación y criterios que dependerán de un juicio de valor.
Normalmente será la baja económica la que nos dará ese valor. A mayor baja, mayor puntuación. Siempre que no se incurra en baja temeraria. En cuyo caso habrá que justificarla y la administración valorará su admisión.
Experiencia en la redacción o dirección de obra en un período de tiempo determinado.
Con la crisis del 2008, hubo una época en la que apenas se construyó obra pública, por lo que para dar más oportunidades a los licitadores, se suele puntuar las obras realizadas en los últimos 10 años.
Años de experiencia del arquitecto o aparejador. Suelen ser concursos con un gran importe y que requieren de un conocimiento determinado, que se valora en la especialidad del licitador.
Compromiso de adscripción de distintos técnicos al contrato, como puede ser expertos en estructuras, rehabilitación, passivhaus, etc…
Número de visitas semanales a la obra. Si como mínimo se establece una visita semanal. Si propones dos visitas, tendrá una mayor puntuación.
Compromiso de presencia en obra en un determinado tiempo máximo, de alguno de los miembros del equipo mínimo adscrito al contrato, a requerimiento de la administración.
Por ejemplo si tardas 12,24, 48 o 72 horas en acudir a la obra.
Ampliación del plazo de garantía de la obra, para dar un mayor soporte técnico al órgano contratante.
Reducción del plazo parcial de redacción de los proyectos, contabilizados por semanas.
Con la nueva ley 9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Público, la oferta económica no puede superar el 49% de la puntuación en una licitación pública.
El 51 % de puntuación restante, las distintas administraciones públicas (ayuntamientos, consellerias o diputaciones) elegirán distintos criterios que no sean cuantificables de forma automática.
A lo largo de mi experiencia en la presentación de distintos concursos públicos, tanto para centros escolares, centros de salud, centros cívicos, etc…, me he encontrado con distintos criterios, según el tipo de concurso.
Se suele valorar la mejor implantación del programa de necesidades propuesto, mediante un correcto conocimiento técnico del entorno de la parcela, consiguiendo una mayor calidad del diseño de la obra.
Mejor organización funcional con el mejor ajuste del edificio al cuadro de superficies estimado para que no haya incrementos del presupuesto.
Justificación del cumplimiento de los requisitos de seguridad, accesibilidad, acústica, instalaciones, etc…..
Viabilidad funcional, técnica y económica. Dado que los ayuntamientos disponen de un presupuesto limitado, sacado de un módulo de construcción en función de la superficie del edificio.
Sostenibilidad del edificio, para minimizar los futuros costes de mantenimiento y conseguir una mayor eficiencia energética del edificio.
Estas indicaciones se plasmará mediante planos descriptivos de la solución propuesta (plantas, alzados y secciones) y el desarrollo de una memoria de calidades.
En algunos concursos se valora la presentación de maquetas, presentación de imágenes 3d, videos y desarrollo del proyecto mediante BIM.
Conocimiento del proyecto, con la detección de posibles errores que existan, análisis del sistema constructivo propuesto y revisión de los distintos documentos del proyecto, prestando especial atención a las mediciones y presupuesto.
Análisis de las medidas medioambientales propuestas en el proyecto para mejorar la eficiencia energética del proyecto redactado.
Análisis de la situación actual de la obra enumerando los problemas o dificultades a tener en cuenta para la ejecución de la obra, aportando las soluciones adecuadas, según la experiencia del director de ejecución.
Desarrollo de un plan de trabajo de la obra, tipo Gantt, con planificación de las fases críticas que requieran un control especial, y las reacciones ante imprevistos.
Propuesta de seguimiento de documentación asociada a la obra (informes mensuales, fichas de control de calidad, seguimiento de la seguridad y salud, emisión de certificaciones, etc…..).
Estudio de las medidas de seguridad y salud desarrolladas en el estudio de seguridad (organización de la obra, elementos de protección colectiva, elementos de protección personal, situación de casetas, acopios, etc…)
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